jueves, 22 de marzo de 2012

"EL MUDO"

La chiquillada corrian asustados, le tenían miedo cuando caminaba por la calle con pasos largos y los pies descalzos. Era de enorme estatura, como dos metros; tez blanca cabello entrecano y vestía ropa andrajosa como sacos y pantalones que siempre le quedaban chicos. Poseía un rasgo de misterio pues cuando pasaba por la noche los perros ladraban.

El Mudo, como lo conocía la gente por padecer esa discapacidad, recorría las calles de la población en la década de los cincuentas, pero sobre todo las de Zaragoza y Ramón Corona, pues el mudo vivía en los basureros que estaban al final de estas.

Aunque no hablaba, su mirada era inteligente y escrutadora. A veces la chiquillada envalentonados en bola, le gritaban burlándose, pero no les hacía caso y proseguía su camino.

Algunas noches se veía una lumbrada cerca de los basureros, era el Mudo que la encendía quizá para calentase un poco cuando hacía frío, y que luego tenía cuidado de apagarla muy bien para no provocar un incendio. Cuando caían las fuertes tormentas, nadie sabía donde se metía para guarnecerse, simplemente se le volvía a ver al dejar de llover; algunos decían que desaparecía y aparecía a voluntad, esto era parte del halo de misterio que lo cubría.

Un día no se le vio más en los basureros ni en ningún otro lado… Dicen que en un colchón que tiraron, el Mudo descubrió que estaba forrado de billetes, los cuales empacó cuidadosamente y se fue. Aseguraban haberlo visto tiempo después en el D.F. muy bien vestido y con un magnifico automóvil; pero otros decían que era un espíritu que se alejó por algún motivo desconocido… Lo cierto es que jamás regresó.

POR: JOSÉ SILVA VÁZQUEZ

No hay comentarios:

Publicar un comentario